Paris Saint-Germain lleva más de una década en manos de la Qatar Investment Authority. A fuerza de millones se convirtió en un gigante en Francia -obtuvo 23 títulos desde entonces: 8 Ligas, 6 Copas de Francia, 8 Supercopas y la ya extinta Copa de la Liga- y un protagonista central de la Champions League. Pero la obsesión de la cara visible de la familia real de Qatar en el club, el presidente, Nasser Al Khelaifi, no pudo ser saciada aún: quiere sí o sí a La Orejona. Para convertirse en el segundo club francés en lograrla. El único vencedor hasta ahora fue el Olympique de Marsella, en 1993.
En nombre de esos logros, el club de la capital francesa invirtió como ningún otro en la última década. Pero esas inversiones no paran de terminar en deudas millonarias. Según un relevamiento del diario L’Equipe en el último período contable las pérdidas alcanzaron los 224 millones de euros. Y ahora ahora se estima que rondarán entre los 300 y 400 millones.
El caso Mbappé y su posible traspaso al Real Madrid, curiosamente, según cuenta Al Khelaifi, se resolvió por cuestiones afectivas. Lo explicó el patrón qatarí: «Rechacé 180 y me dijeron que estaba loco, gente de mi confianza, porque se podía ir gratis, pero lo hice porque estaba seguro de que Kylian se iba a quedar porque le conozco bien a él y a su familia, sé lo que quiere. Kylian es muy serio, profesional, y quiere ganar, le da igual el dinero. Entiendo que el Madrid esté decepcionado, pero no es justo decir eso de Mbappé».
Jorgelina Cardoso y Angel Di María, tras los festejos por el título de la Ligue 1 que consiguió el PSG. Lo quiere Juventus. Foto: Instagram.
Pero a las cuestiones del corazón la acompañaron un montón de millones de euros. Como se publicó en La Reppublica, Mbappé recibirá 50 millones netos en tres años más otros 100 millones de prima de fichaje.
Las apuestas del PSG suelen traer polémicas, sobre todo de sus competidores. Ahora, sobre todo, el Real Madrid campeón de Europa. Florentino Pérez manifestó su malestar por no poder sumar a Mbappé a su galaxia. Y también hubo una manifestación del presidente de La Liga de España, Javier Tebas, respecto al PSG «por incumplir de forma continua la actual normativa de fair play financiero», Al Khelaifi respondió con ironía. «¿Quién es Tebas? No conozco a esa persona», dijo. Y sonrió como cuando ocasionalmente ganaba algún partido en su condición de tenista profesional.
Lionel Messi, acompañado de el ex director deportivo Leonardo, al momento de la llegada del crack rosarino a París. Otra gran apuesta económica de la Qatar Investment. (AP Photo/Francois Mori)
Agregó Khelaifi: «Todos los veranos es lo mismo. Que si fair play, que si no respetamos al resto… Sabemos mejor que él lo que podemos hacer y nadie de fuera nos tiene que decir lo que tenemos que hacer. Si lo hacemos, es porque podemos. Mire el caso de Messi. Pasó igual, ya decían que era imposible financieramente y hemos ganado dinero con Messi. No tiene ni idea y debería centrarse en su campeonato porque su campeonato está un poco muerto»
De todos modos, también hay cierta preocupación en el Parque de los Príncipes. Y habita una certeza: habrá que recortar el plantel. Y ya aparecen algunos nombres: Areola, Pablo Sarabia, Rafinha, Sergio Rico y Kalimuendo son los primeros en la lista. Pero hay pocos intocables. ¿Y los argentinos? Lionel Messi seguirá, claro. A Angel Di María lo quiere Juventus. Leandro Paredes pretende continuar más allá de las ofertas por él, pero no es una certeza. Mauro Icardi es una incógnita por lo que costó (50 millones de euros), por su salario y porque su rendimiento no estuvo a la altura del precio. Algo similar sucedió con Georginio Wijnaldum.
La otra gran duda es qué pasará con Neymar. Consultado sobre el brasileño, el presidente generalizó: «Se espera de todos los jugadores, es que hagan más que la temporada pasada. Mucho más. Tienen que estar al 100 %. Está claro que no hemos sido suficientemente buenos para llegar lejos». El PSG ganó cómodo la Ligue 1, pero se frenó en los octavos de final de la Champions League y de la Copa de Francia. Poca gloria para tanto dinero.
El PSG festeja una nueva Ligue 1, la de la temporada 21/22. Desde la llegada de los qataríes ganó 23 títulos locales entre la Liga y las Copas. Pero falló en Europa, su obsesión. (Photo by Anne-Christine POUJOULAT / AFP)
La salida de Mauricio Pochettino es casi segura. Ya ni se habla de él y sí de sus posibles reemplazantes. El elegido es Christophe Galtier, actual entrenador del Niza. Cuando se acuerde la rescisión del argentino el francés se hará cargo de este plantel en días de reconstrucción. Ya se conocen las cifras de su contrato: 25 millones de euros.
Un antecedente curioso: En 2000, Marcelo Gallardo, que jugaba para el Mónaco, se enfrentó con Galtier, quien era ayudante de campo del Olympique de Marsella. En el descanso del enfrentamiento, el actual DT del Niza atacó al Muñeco en el túnel de camino a los vestuarios. Tras eso, el ahora entrenador de River fue suspendido por una fecha, mientras que Galtier recibió seis meses de suspensión.
Dentro de este contexto de millones invertidos y de millones perdidos, Khelaifi ofreció en público un mensaje de austeridad: «Debemos ser realistas. Ya no queremos bling-bling. Es el fin de las lentejuelas. Tenemos que volver a ser humildes«.¿Qué es el bling-bling? Es un término surgido del sonido que hacen las joyas de metal al chocar entre sí. Sinónimo de una vida lujosa y ostentosa. Como la de Khelaifi, el hombre que vive obsesionado con abrazar a esa Champions que siempre lo deja esperando…
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