La iniciativa la había planteado Cristina Kirchner en diciembre pasado, cuando durante un acto con Lula da Silva y José Mujica, le pidió al presidente Alberto Fernández que la proponga como un punto de negociación del acuerdo con el FMI: «ante las grandes adversidades, grandes acciones: digámosle al Fondo que nos ayude a buscar los dólares de los que fugaron y se la llevaron sin pagar impuestos», expresó.
Frente al acuerdo con el FMI sellado el pasado viernes, en el que el mismo organismo de crédito ya planteó que el programa presenta «riesgos exponencialmente altos» que requerirán de una «recalibración temprana» de las metas planificadas, Cristina Kirchner patió el tablero y puso sobre el eje la fuga de capitales avalada por el Fondo entre 2018 y 2019.
Por qué pidió la colaboración de Marc Stanley
El gobierno de Estados Unidos es el principal representante en el directorio del FMI, y por lo cual su apoyo es fundamental para cualquier planteo que intente realizar Argentina. Pero, además, se estima que es el principal socio comercial responsable de la inversión no declarada argentina.
De acuerdo al informe Estado de la Justicia Fiscal 2021, que elaboran Tax Justice Netwok, la Global Alliance for Tax Justice y PSI -tres ong encargadas de la investigación de los paraísos fiscales y la evasión impositiva-, Argentina presentó una riqueza extraterritorial en ese año de 298.8 millones de dólares.
A la vez que los principales responsables de la inversión por cartera de los argentinos y argentinas en 2021 han sido Estados Unidos (96.6%), Brasil (1.5%) y Luxemburgo (1.1%).
El hecho de que los residentes argentinos sean los segundos principales compradores de inmuebles en Miami, según la organización de corredores de bienes raíces del Estado de Florida, da cuenta del fenómeno.
El proyecto, en contexto
En línea con el informe de la Tax Justice Network, Argentina tuvo 1255.7 millones de dólares de elusión fiscal anual en 2021: de los cuales, 956.90 fue fraude fiscal corporativo -es decir de las empresas multinacionales- y otros 298.8 millones de la riqueza extraterritorial. El dato pone en contexto la elusión de residentes respecto del giro de divisas de las grandes empresas multinacionales a sus respectivas casas matriz, una dinámica de larga data en el país.
«El mundo está perdiendo 171 mil millones de dólares anuales debido a la evasión fiscal extraterritorial relacionado solo con la riqueza financiera», señala el informe, lo cual pone en perspectiva las cifras trazadas por el proyecto oficialista del Senado argentino.
A la vez, advierte que el principal responsable de esa elusión es el Reino Unido, con la mitad de las pérdidas causadas por evasión fiscal extraterritorial en el mundo; mientras que «los países miembros de la OCDE y sus dependencias representan más de nueve de cada diez dólares perdidos».
«$483 mil millones de dólares se pierden en paraísos fiscales cada año. 78% por culpa de países de la OCDE. 55% por culpa del eje de la elusión fiscal (Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo y Suiza) en el orden de los 268 mil millones de dólares», describieron.
«El Estado de la Justicia Fiscal 2021 concluye que los países pierden 483 mil millones de dólares en ingresos al año, compuestos por 312 mil millones de dólares debido al abuso fiscal corporativo transfronterizo y 171 mil millones de dólares debido al abuso fiscal extraterritorial por parte de personas adineradas», señalan.
Y concluyen: «El efecto general es el empeoramiento de la posición de los desfavorecidos económica y socialmente. Esto aumenta la tasa impositiva probable y debilita la provisión de servicios públicos».
¿Tiene asidero el proyecto de ley?
No se conocen ejemplos cercanos a la propuesta que realizaron los senadores del Frente de Todos, que ha sido calificada de «bolazo» y «fantasía pura» por parte de los legisladores de la oposición de Juntos por el Cambio.
Sin embargo, los temas que Cristina Kirchner dijo abordar junto al embajador de Estados Unidos, han sido parte de la agenda de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En 2015, la ONU estableció 17 objetivos de desarrollo sostenible a realizarse en la denominada Agenda 2030. Entre ellos, las metas: 16.4) «Reducir significativamente las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de los activos robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada»; y la 17.1) «Fortalecer la movilización de recursos internos, incluso mediante la prestación de apoyo internacional a los países en desarrollo, con el fin de mejorar la capacidad nacional para recaudar ingresos fiscales y de otra índole».
Es decir que, siendo el diplomático estadounidense parte de un gobierno demócrata a fin a los organismos internacionales, aunque sea debió prestarse a la escucha del proyecto del Frente de Todos.
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