Carlitos Alcaraz, el joven prodigio del tenis que promete revolucionar el marketing deportivo

Mucho se habló y se escribió sobre el juego de Carlos Alcaraz en los últimos días. La nueva joya del tenis español, que les ganó a Rafael Nadal y Novak Djokovic en forma consecutiva para darle una paliza al alemán Alexander Zverev en la final y consagrarse en el Masters 1000 de Madrid, es claramente un firme candidato a convertirse en el gran desafiante del ahora lesionado mallorquín y ganar el título en Roland Garros (como dato de color, ya anunció que en París se alojará en el mismo hotel del 13 veces ganador de la Copa de los Mosqueteros…)

Pero más allá de sus cualidades tenísticas, Alcaraz se transformó en una personalidad absolutamente seductora para las marcas que se pelean en el deporte súper profesional para atrapar a las nuevas figuras. Lo que ocurrió la semana pasada en la Caja Mágica de la capital española lo resumió Jon Segovia, profesor de la escuela de negocios y economía de la Universidad de Deusto. Dijo Segovia: «Alcaraz dejó de ser una startup para convertirse en el unicornio del tenis español».

Además de ganarles a dos de los mejores jugadores de todos los tiempos y de lograr su cuarto título en el año, cautivó a todos por otro tipo de cualidades para conformar las bases de lo que puede llegar a ser, además, un gran líder de su generación.

«Se vio a un joven que disfruta lo que hace, que no está presionado. Y eso, en el trabajo, es fundamental.Y para las marcas, que ya deben estar golpeando sus puertas para que sea su imagen, es muy atractivo. Es una persona exitosa desde el esfuerzo y contagia alegría con la sonrisa. Eso es lo que buscan las marcas», concluyó Segovia, desbordado por el carisma de Alcaraz.

Según un informe de Onclusive, empresa española de análisis de medios, medición y gestión de la comunicación, de las 6.669 noticias registradas sobre el torneo madrileño, 2.145 fueron protagonizadas por el murciano y ello tuvo un valor económico registrado estimado de más de 17 millones de euros. Es un dato refleja la relevancia mediática del pibe de 19 años recién cumplidos.

España dio en los últimos tiempos monstruos deportivos que se convirtieron en estrellas internacionales como Pau Gasol, Fernando Alonso o el propio Nadal, por supuesto, pero las marcas ya ponen el ojo en los más jóvenes de cara a los próximos años. Y allí aparece Alcaraz, quien hoy tiene cuatro sponsors: Nike, Babolat, Rolex e ISDIN, una marca de cosméticos que cuenta en sus filas con otras figuras del deporte como los españoles Pablo Carreño, Ona Carbonell (nado sincronizado) y Andy Criere (surf), el argentino Fernando Belasteguin (padel) y hasta Movistar, el equipo español que participa en el World Tour de ciclismo.

Con la estadounidense Nike firmó un acuerdo en 2020, cuando Alcaraz tenía 16 años. Con la francesa Babolat el contrato finalizará a fines de 2025 y ya está en un pleno proceso de negociación. Las condiciones son otras, claro… Por último, Rolex también lo puso en su órbita. Con la marca de relojes hay una diferencia con Nadal, con quien comparte ropa y raquetas. Es que el ganador de 21 Grand Slams tiene un millonario convenio arreglado con Richard Mille mientras Alcaraz mostró tras su victoria en Miami un Rolex Cosmograph Daytona, un icónico modelo que la empresa suiza lanzó en la década del 60 y que exclusiva para los pilotos de la Fórmula 1.

En los círculos del marketing deportivo se afirma que Andre Agassi y Maria Sharapova fueron los dos tenistas que más dinero ganaron fuera de la cancha con patrocinios, exhibiciones y garantías, por ejemplo. Y que el estadounidense, que embolsó más de 31 millones de dólares en su carrera tras haber sido número 1 del mundo y haber ganado ocho Grand Slams, en realidad obtuvo más de 155 millones por aquellos rubros. Cuánto acumulará Alcaraz en su carrera es imposible saber. Pero en estos tiempos tan diferentes en los que el dinero circula de una manera mucho más desenfrenada en el deporte del siglo XX, imaginar esa suma sería como apostar hasta dónde se levantará el techo de su juego.